¿Qué son las plantas solares flotantes?
Las plantas solares flotantes son centrales eléctricas de tecnología fotovoltaica montadas sobre un sistema que se encuentra flotando en el agua, por ejemplo, un lago o presa. Aunque a simple vista parezca no haber mucha diferencia con las centrales fotovoltaicas instaladas en la superficie terrestre, la realidad es que cuentan con algunos beneficios agregados, lo que las convierte en una opción atractiva para adicionar capacidad al sistema eléctrico.
El lugar ideal para la instalación de un panel fotovoltaico es aquel donde la radiación solar sea alta y la temperatura baja -ya que las altas temperaturas disminuyen la eficiencia del panel- aunque esto no suele ser el caso. La principal ventaja de una central solar flotante es que aprovecha los cuerpos de agua como un sistema natural de enfriamiento, lo que permite evitar que los paneles se sobrecalientan y maximiza la producción de energía eléctrica.
Entre otras ventajas se encuentran:
- No se consume espacio terrestre.
- Al producir sombra sobre el cuerpo de agua, ayuda a disminuir las pérdidas por evaporación.
- Son resistentes a movimientos sísmicos.
- Se reducen costos de mantenimiento y limpieza de la central de generación.
En la actualidad son varios países los que ya apuestan por esta solución de generación, entre ellos se encuentra China, país donde se ubica la que es hoy en día la central fotovoltaica flotante más grande del mundo, con una capacidad de 40 MW. Recientemente se dio a conocer que Corea del Sur está empezando la construcción de un proyecto solar flotante de 41 MW en la presa de Hapcheon-gun, con la cual se espera cubrir la demanda de 60 mil personas.
Aunque la tecnología de las plantas solares flotantes es relativamente nueva y el impacto ambiental en el largo plazo en los ecosistemas de agua aún está por determinarse, se espera que estas soluciones contribuyan a reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a nivel mundial y al consumo de energía limpia y renovable.