La industria hotelera es una de las industrias más desapercibidas en cuanto a consumo de energía eléctrica y eficiencia energética. Es de los pocos lugares que tienen todo encendido el año completo, veinticuatro horas al día.

En el comienzo de la pandemia, donde los viajes estuvieron en completa pausa, los hoteles fueron los más afectados, esto desató una urgencia de ahorro energético en todos los hoteles, y ahora más que un simple ahorro se busca la eficiencia.

Dado que el sector hotelero es uno de los más importantes de México es importante recuperar y adoptar al sector para aumentar la competitividad energética y que disminuyan su huella de carbono.

Estados como Quintana Roo y Baja California Sur, sufren de infraestructura energética limitada, por ende las condiciones de suministro energético afectan los precios y se ven impactados económicamente e incluso sin suministro.

Implementar lo que propone la Asociación Mexicana de Empresas de Eficiencia Energética (AMENEER) en su programa de atención al sector hotelero, consta de mejorar la gestión de su energía, reducir sus costos y de esta manera poder recuperar los efectos económicos causados por la pandemia, es un modelo que todos los hoteles deben seguir.

Además, las encuestas dictan que 6 de cada 10 turistas prefieren quedarse en hoteles o empresas que están comprometidas con el medio ambiente, convirtiendo el compromiso en una ventaja competitiva.