¿Hacia dónde va la transición energética en México?
Actualmente, la tendencia mundial en el sector energético apunta hacia una transición del uso de combustibles fósiles como recurso principal para la producción de electricidad, a diversas alternativas con una mayor sustentabilidad y una menor producción de gases contaminantes que afecten a nuestro ecosistema, esto como parte de los compromisos pactados en los Acuerdos de París en los que actualmente 189 naciones han ratificado dicha responsabilidad de cumplir con sus obligaciones a corto y mediano plazo en materia medioambiental.
Entre tales países se ubica México, el cual en la última década ha mantenido una posición proactiva en su compromiso por la reducción de GEI en un 30% antes del 2020 y en un 22% adicional antes de 2030. A su vez, la Ley de Aprovechamiento de las Energías Renovables y el Financiamiento de la Transición Energética establece que el sector eléctrico mexicano debe transformarse de manera que, para 2024 como máximo un 65% de la electricidad producida provenga de combustibles fósiles.
Sin embargo, la realidad de los compromisos dista mucho de lo pactado inicialmente como parte de los esfuerzos en la transición para promover el uso de energías limpias, puesto que, las estrategias implementadas por organizaciones gubernamentales no han surtido el efecto deseado y se contraponen a la directriz de la Agencia Internacional de Energías Renovables en su objetivo del aumento del consumo de electricidad a partir de fuentes de energía limpia.
En la más reciente actualización de la estrategia, México definió futuras acciones en una amplia gama de iniciativas, en apoyo a la nación para cumplir la meta de que el 50% de su electricidad provenga de energía limpia para 2050. De igual manera, el documento publicado en el DOF reconoce el potencial del país en energía solar y destaca las posibilidades que brindan las iniciativas fotovoltaicas en los edificios.
En cuanto a la generación de energía eólica, señala que es el segmento de mayor crecimiento y el cual ha tenido un aprovechamiento significativo que ya rinde frutos en la operación en territorio nacional.
Diversos analistas y consultores especialistas del sector coinciden que las energías renovables y el cambio climático deben ser prioridad en la agenda global de cada nación, si estos buscan agilizar la transición de la generación hacia niveles reducidos de emisiones de carbono. Aunado a esto, difieren de la imposición de una nueva normativa para el retorno de las energías fósiles y están convencidos que el país puede y debe seguir impulsando las tecnologías renovables, y a su vez ofrecer confiabilidad.
Es imperativo destacar que actualmente existen avances tecnológicos en el mercado energético que permiten tomar en cuenta criterios económicos y de confiabilidad, y consecuentemente esto permite identificar que el futuro de México se encuentra en las energías renovables.